Okey, sabía que en algún momento éste post llegaría, a fin de cuentas, tarde o temprano, todo llega. En fin, yo al igual que muchos de ustedes he ansiado durante mucho tiempo viajar y a su vez, eran esas mismas ansias las que me detenían. Ahora bien, no voy a mentirles y decirles que no he viajado mucho antes porque de hecho, durante la escuela secundaria conocí bastante de Argentina y años después estudiando turismo, también.
Recuerdo que en mi primer semana durante la formación turística, te enseñan a que para que exista la mera acción de "turistear" tiene que haber tres ingredientes: TIEMPO+MOTIVACIÓN+DINERO, y claro está, viajar por un período menor a 365 días. Pero es sabido que la teoría no siempre hace justicia a la práctica, al menos no para los que no nos consideramos dentro de las normas convencionales.
Mi mochila ya comienza a acumular sus primeros destinos. Perú fue un error de cálculo, mi mochila viajó (literalmente), antes que yo.
En fin, comenzaré por las excusas típicas de las cuáles las primeras eran mi excusa ferviente y limitante para no viajar.
1. No tengo dinero
Si ya leyeron Presupuesto Mochilero, claramente entenderán que en mi primer de viaje he aprendido que se puede hacer mucho con poco dinero y sin necesariamente pasarla mal.
2. Tengo miedo de viajar sola/o
Puff! Éste es uno de los que más me ha costado derrotar en cuanto a barreras mentales. Estamos tan acostumbrados a depender de la compañía de los demás, que no nos damos cuenta de que somos aptos también para hacer cosas por nosotros mismos. Viajar "sólo" no implica necesariamente adoptar una modalidad autista. De hecho, es casi imposible tener tiempo para aburrirse cuando muchas grandes amistades se forman en los hosteles. Puedo decir que la experiencia no sólo es gratificante, sino extraordinaria. El viajar sólo implica por sobretodo el no limitarse a relacionarte con los demás por temor a herir "susceptibilidades" de amigos/pareja.
3. No sé idiomas
Éste es muy popular pero en mi caso soy bastante cara rota para hacerme entender, aún así, así cómo la supervivencia saca los más recónditos talentos de nuestro interior, el aprender una lengua no es la excepción. Si bien me defiendo mejor en portugués que en inglés, aprendí que la mayoría de los viajeros no poseen el inglés como lengua madre, sino como lengua secundaria, y por ende, es mucho más sencilla la comunicación. Por otra parte, he conocido a Lety (Brasil) y Marta (Francia) que nunca antes habían hablado español, y teniendo en cuenta que el español es una de las lenguas más difíciles de aprender, ellas (por necesidad) aprendieron a hablar en un período de dos meses. Sin lugar a dudas, los sostengo una y otra vez, viajar es un curso intensivo de idiomas de 24hs al día. Sin dudas la mejor inversión. Y sino, nunca viene mal un "curso previo" con Duolingo u otras apps para introducirse en el maravilloso mundo de los idiomas.
4. No conozco nada
Ésta en mi caso no es una limitante. Soy más de improvisar, perderme y pedir recomendaciones en el lugar de destino. Siempre es ideal salir al viaje con info previa, y sino, oficina de turismo en cualquier terminal, pedir info en hostels o incluso a la gente local o viajeros que ya hayan estado conociendo algo y listo! Y si eso no te parece suficiente, la mayoría de las ciudades importantes disponen de Apps turísticas. Fundamental para ésta aventura instalarse en el móvil Maps.Me que funciona sin conexión a Wi-Fi.
5. ¿Y si es peligroso?
A ver, si vamos a salir a la vida con ésta mentalidad, mejor vivir encerrado en una burbuja y listo. Todas las ciudades en mayor o menor medida tienen zonas por las que es mejor no transitar. Para ello es cuestión de sentido común: informarse, preguntar, incluso hay lugares en los que ya sea por folleteria o señalizaciones, advierten los horarios seguros para transitar. Siempre lo digo "si te tiene que pasar malo, eso va a ser en cualquier lugar; inclusive tu propio hogar". Así que, ésta última ni siquiera es una excusa de peso. A menos claro está, que no tengas mejor idea que ir a internarte en un país en pleno golpe de estado o conflictos bélicos.
6. No tengo tiempo
6. No tengo tiempo
A ver, en rasgos generales los mortales poseen en promedio de 14 a 20 días para viajar, y si perteneces al club nómada entonces tu tiempo es ilimitado. En mi caso soy una novata en el tema pero si hay algo que tengo claro es que el dinero no llueve del cielo (por claramente el papel si se obtiene de los árboles), entonces, cómo en ésta vida me permito ser soñadora y realista a la vez, me propongo trabajar tres meses, viajar tres y así alternativamente. Y se preguntarán
7.¿Qué clase de trabajo me da la posibilidad de viajar durante meses?
En rasgos generales creo que ninguno. El secreto (que ya no es tan secreto), es que en la mayoría de los lugares turísticos la temporada de verano - invierno es la más fuerte durante aproximadamente tres a seis meses cada una. Un buen ejemplo de ello son los hoteles y restaurantes en centros de ski, playa y las infaltables estancias turísticas en la Patagonia Argentina y Chilena.
7.¿Qué clase de trabajo me da la posibilidad de viajar durante meses?
En rasgos generales creo que ninguno. El secreto (que ya no es tan secreto), es que en la mayoría de los lugares turísticos la temporada de verano - invierno es la más fuerte durante aproximadamente tres a seis meses cada una. Un buen ejemplo de ello son los hoteles y restaurantes en centros de ski, playa y las infaltables estancias turísticas en la Patagonia Argentina y Chilena.
8. Viajar es caro
Si bien el mayor gasto en todo viaje está relacionado al costo de los aéreos o alojamientos, para ambas hay solución. Por empezar, hasta hace poco tiempo atrás el tema de las Low Cost era algo que aquí en Sudamérica era algo de años luz, no obstante, en Chile por ejemplo tenemos Skyairline y prontamente Level en Argentina a precios increíblemente accesibles. En cuanto a alojamientos siempre está la opción de Couchsurfing o como ha sido en mis últimos días (33 para ser exactos) voluntariado en hostels o bien en permacultura. Los hay también otros más humanisticos pero va de acuerdo a lo que uno esté buscando. Estos últimos muchas veces van por cuenta del viajero el costear los gastos.
En lo que respecta a comida, se puede comer sano y variado, ya sea cocinando uno mismo o puestos callejeros.
9. Mi novio/a no me deja
Voy a ser sarcástica en éste punto y preguntar ¿También le pedís permiso para respirar o aprendiste solito/a? Seguramente si es una persona seguro / a de si misma/o puede que incluso te anime a viajar (quiero creer que no todas las relaciones son egoístas y absorbentes), y si en verdad se la juega, hasta puede que se vuelvan grandes colegas de viajes.
10. ¿Y si la comida no me gusta?
A ver, en todas partes habrán cosas que nos gusten más y otras que nos gusten menos, pero hasta probar, mejor no criticar.
11. Me da miedo volar
En lo particular es de las experiencias que más he disfrutado y que claramente entiendo que no necesariamente, a todos les guste por igual. Si viajas dentro del mismo continente siempre podrás optar por buses de larga distancia, "hacer dedo" y en algunos lugares viajar en tren. Ahora si las distancias lo ameritan al igual que emigrar de un continente a otro, entonces pastillita y san-se-acabó, y si sirve de algo, estadísticamente está comprobado que es más seguro viajar vía aérea que vía terrestre.
Si llegaste al final del post y te diste cuenta de que en ésta vida todo tiene solución, entonces da el primer paso, aunque sea un viaje cortito. La única manera de afrontar los temores es saliendo al ruedo. Te puedo asegurar que después del primer viaje, tu mayor "inconveniente" va a ser tener motivación para regresar. Lo más probable es que al llegar estés en vías de planificar tu propia aventura. Así que, la moraleja es " si dispones de MOTIVACIÓN+TIEMPO+AHORROS, viajá, porque el tiempo perdido no se recupera jamás". Dicho todo esto ¿a dónde planean viajar?
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