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De Bloggers y Couchs, todos tenemos un poco

Voy a comenzar que diciendo, asumiendo y afirmando que éste fue un año como ninguno. Con treinta años hice todo lo que siempre quise, deseé y ciertamente no creí que se daría. Alguna vez leí algo acerca de los 6 grados de separación. No me haré la experta respecto al tema en cuestión, pero el asunto era algo así cómo que todas las personas conocemos al menos seis personas, que a su vez conocen a otras seis personas (y asi sucesivamente) que nos conocen o conocen a alguien en común y que en síntesis, todos estamos unidos por estos hilos invisibles, ósea un estilo al hilo rojo pero excluyendo el elemento del romance. En fin, a pesar de que éste universo es infinito, llego a la conclusión de que todas las personas (buenas y no tanto) son parte de un plan (si, ya sé que no estoy diciendo algo que no hayan oído antes), y muchas veces para que esos planes y encuentros únicos se realicen, hay que salir del muy y nada preponderado “área de confort”. Yo (al igual que muchas per

Ciudadanos del mundo

Cada vez que uno elige un libro, película u obra de teatro, siempre es sabido que hay uno o dos protagonistas principales, mientras que todos los demás son tratados secundariamente, en ocasiones, sin pena ni gloria.  Como bien digo, cada viajero es un mundo de historias por contar, y francamente, todos son brillantes protagonistas. Siempre habrán algunos que tengan ese algo que los haga diferente a los demás. Parte de éste post es contarle cómo espectadora el porque para mi marcaron la diferencia. Éste post es EL post. No sólo por la idea en sí misma, sino porque en rasgos generales se hablan sobre viajes, presupuestos, itinerarios, pero no siempre se habla sobre sobre los protagonistas externos a nosotros. Y el caso es que se tiende a viralizar que los viajeros son de determinados estratos sociales o incluso que es cosa de veinteañeros y treintañeros. Estamos acostumbrados a encasillar absolutamente todo, inclusive algo tan esencial para el bienestar, como lo es el viajar. P

10,000 pasos

Me he propuesto la meta diaria de hacer 10,000 pasos por día. Me gustan los retos, y sobre todo, si sirven para estar bien. Si bien mis caminatas son en solitario, son el momento que me invitan a la reflexión, a estar sola conmigo misma. Me invitan a escucharme. Un día de esos, no recuerdo la fecha en concreto, me encontré con Panchito, quién junto con Nayla, de vez en cuando se suman a mis caminatas. Cabe aclarar, que mis amigos cuadrúpedos con nombres de fantasía inventados por mí, son dos simpáticos y amigables canes de entre tantos de los que frecuentan Pirámides. En fin, aquella tarde Panchito y yo comenzamos a caminar cuesta arriba e inclusive Panchito tuvo la osadía de caminar como si fuera contra las leyes de la gravedad, en  un paredón al borde del precipicio. Por suerte, mi amigo volvió a salvo. No pude evitar reírme al respecto, puesto que en dos ocasiones he descendido la meseta, con viento en contra y la superficie deshaciendose bajo mis pies. Vi a mi amigo cuad

Un viaje de colores y sensaciones

Honestamente no sabría a ciencia cierta, en que momento supe que viajar era de las cosas que más disfruto de ésta, mi vida, la única que tengo, la que moldeo a mi antojo, la pinto, la lleno de texturas, magia y formas. Tal vez todo comenzó a mis ocho años cuando comenzaron a comprar (para mis hermanos y para mi), las enciclopedias de Billiken, de esas muy útiles para la escuela. Recuerdo que mi favorita era la de el antiguo Egipto. Estaba fascinada con las historias sobre el joven faraón egipcio: Tut-ank-amon. Supe en aquel entonces, que los sitios arqueológicos, ricos en patrimonio arquitectónico, artístico y cultural, eran de mi mayor interés. Aquella podría ser una idea de como me interesé por viajar, pero también tengo otra teoría. Cuando tenía quince años, mis padres se separaron y tuvimos que cambiar de casa, barrio y escuela, aunque convengamos que nunca me asenté en un sólo lugar, con decir que entre jardines y escuelas, en un lapso de los 3 años a 17 años, he ido a s

Qué hacer en Puerto Pirámides

Para ubicarnos geográficamente, Puerto Pirámides se encuentra en la Región Patagónica de la República Argentina, más precisamente al este de la provincia de Chubut y al centro oeste de Península Valdés., a orillas del Golfo Nuevo. Dicha península es en su conjunto una reserva natural (razón por la cual, se debe abonar la entrada a la misma), que fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en el año 1999 debido a la riqueza de su fauna marina, entre la que destaca la Ballena Franca Austral que se encuentra en peligro de extinción. Los Pingüinos de Magallanes, lobos y elefantes marinos, comprenden parte de sus atractivos, al igual que una inmensa fauna de aves. Ahora bien, si leyeron Patagonia Salvaje, habrán leído varias de las actividades que podrán realizar,  y que aquí ampliaré un poco más. Qué hacer en Puerto Pirámides * Avistaje de ballenas (temporada de junio a fines de noviembre): Ronda los $1400 pesos argentinos (U$D 80) con una duración de hora

Patagonia Salvaje (Puerto Pirámides)

Treinta días atrás regresaba de Chile y después de pasar una tranquila temporada en Mar de Ajó, sigo camino hacia el sur. Por alguna razón no deja de parecerme curioso el hecho de que todas aquellas provincias que tuve la dicha de conocer en el secundario, las haya vuelto a visitar de grande pero sin buscarlo. En fin, para aquellos que quieran viajar a la provincia de Chubut para realizar en famoso avistaje a las ballenas, sepan que pueden llegar por tierra hasta la terminal de ómnibus de Puerto Madryn (Empresa Don Otto o 28 de julio) o bien por aire únicamente por Aerolíneas Argentinas arribando al Aeropuerto Almirante Marco Andres Zar  en Trelew. Respecto a estás fechas, es importante aclarar que los valores para el exceso de equipaje, han subido notoriamente, y con esto me refiero que para el exceso de 16 a 23 kg, pasó de tener una tarifa de $180 AR (U$D 10,30) a $650 AR (U$D 37,15). Mi itinerario comienza el viernes 1 de septiembre saliendo 6:43 hs desde Mar de Ajó y arriband